viernes, septiembre 14, 2007

El legajador, el lugar donde archiva su vida...



De mi ( De ella)... 


La Encargada tiene 22 añitos repartidos entre Bogotá y Medellín. De papá alemán y mamá colombiana, este metro y medio de pura actitud y sentimentalismo barato, es adicto a la música, al cine, a los cuenteros, a los besos y al amor.

Yo me llamo así: Karin Alexandra. Como la grilla que no soy, como la reina de belleza que nunca seré.

Estoy estudiando artes plásticas en una escuela, cuyo nombre me niego a escribir porque es muy largo y además nadie la conoce. Estoy tratando de graduarme pero resulta que han tenido variados problemas para conseguir la acreditación para que nos den el diploma, poder implementar nuestros conocimientos y así recibir una buena (o al menos alguna) retribución por ello.

En la escuela no supieron arreglar el problemita este semestre y es por eso que todavía no me gradúo y que me tocó quedarme, obligada, tomándome un receso, haciendo nada...

Dentro del desparche y ese existencialismo que le coge a uno cuando ya está cansado de no hacer nada, de no tener con quien y de levantarse a las once de la mañana para quedarse sin bañar el resto del día, me puse a mirar las universidades y los distintos programas que cada una ofrecía.

De esta manera llegué al IdeArtes. Es un Instituto que no tiene los problemas de acreditación como la escuela, así que por ese lado bien. Lo mejor de todo es la "carrera" de Fotografía. Aqui está enfocada a nivel profesional, no como un diplomado, semillero o curso de extensión. El pénsum es super bueno... se ve hasta maquillaje y las instalaciones son super lindas -una casa vieja adaptada-. Además, queda en el centro, por las Torres de Bomboná y eso me mata de la dicha!!!!

Mientras algunas de mis amigas ya están pensando en amarrársele a un tipo por el resto de sus vidas, yo entro de nuevo en el mundo de los prímiparos, de llegar media hora antes a clase y de no aplicar la ley del cuarto.... Estudiaré Fotografía y seré rica y famosa algún día... espere y verá!


El amor después del amor...


Dejé de creer en los príncipes azules cuando supe que mi primer beso fue una apuesta. Yo solamente sonreí... y debí haberlo previsto: todo el resto seguiría así. Ahora no creo en los hombres que me hacen sonreír…  

No sé si llorar o irme lejos con esta pena… Si ignorarte, no llamarte o hacer de cuenta que no dejaste huella… No sé a quien culpar, fueron los días? Fueron las ganas? Fue ese intento de reina?

Si ahogarme en el alcohol no es una respuesta, si perderme en la rutina de los días no es la manera, entonces ven y dime cómo dejarte afuera, sin este dolor tan grande y sin el peso de cargar con una sola y triste existencia.

Ahora, estoy en la banca, con los suplentes, esperando a jugar algún día, sin sanción y sin que la hinchada me abuchee (también sin esta nubecita gris encima de mi cabeza y mi corazón)... Y aunque no está en mis manos decidir si habrá una próxima fecha donde jugaré contra su equipo, estoy tranquila porque sé que la sanción sólo dura un partido desde tribuna y en algún momento tendré que volver como titular...

No les niego que en algunos momentos, cuando pienso en ese partido, en la tarjeta roja y lo recuerdo tirado en el piso, algo se me mueve adentro y me da como una melancolía toda absurda con tintes de revancha... A veces se asoma una lágrima porque no alcancé ni siquiera a meter un golcito, porque no alcanzamos esa victoria que tanto habíamos buscado.

Ya no importa nada. El tiempo se detuvo finalmente... Yo que pensé que había sido solo un partido, pero resultó ser el campeonato. Ni siquiera un gol, ni siquiera un segundo lugar! Quedé de última en la tabla y pasé a la B.

Aqui está señores, con ustedes: La perdedora... !!!

Ya qué más da! No volveré a dármelas de jugadora... Éste será mi retiro.

No voy a negar que el despecho y la tristeza son buena fuente de inspiración y que de estos estados han salido cosas muy buenas....


La sal no sala...  


Esta tarde, con un amigo nos dio por hablar de cosas con poca trascendencia y entre tanta habladuría y pensamiento suelto, llegué a la conclusión de que a veces no me gusta como doy besos. Y sé que suena muy graciosa o hasta ridícula la frase, pero es cierto. Siento que a veces cuando doy un beso, no hay química... no tanta como la que siento cuando doy un beso estando algo pasadita de tragos. Ok. Para algunos leer esto debe ser algo raro. Pero es que con este chico llegamos a la conclusión (o llegó el solito) que el alcohol, sea cual fuere, actúa en mi organismo como un afrodisíaco. Como quien dice, la frase de "el ron abre piernas".. puede ser aplicada en mi caso.. Y es que cuando uno es tan sensible en los labios, un solo beso puede significar que la noche va a terminar bien.. o que no va a terminar como un quiere.


Buena estrella...


Soy hincha desde esa noche en que mi papá trajo una calcomanía a la casa que decía: “Yo amo (amo con el respectivo corazón verde y blanco) a Nacional”, me la regaló y ahora no sé porqué decora la puerta trasera del carro del viejito. Desde ahí siempre le he hecho barra y no me imagino siendo hincha ni de Millonarios, Santa Fe, Chicó y menos de Medellín.


De música ligera...


Cuando estaba en noveno me dio una crisis de identidad típica de los 16 años. Vean, yo siempre fui una niña que escuchó de todo. Me gustaba bailar entonces le pegaba a Rikarena, Wilfrido Vargas y Proyecto uno. Me tocó la moda de la Ragga entonces mis doce años se me fueron a punta de ChorizosCubosDeLecheYMegamanConSuPistola, en el 99 fui generación MTV entonces me la pasaba viendo videos de Blink182, LimpBiskit, System Of a Down, Sugar Ray, etc… Pero también salía y mis amigas se la sollaban escuchando El OsitoDormilonTeComeréABesitosImSlimShadyTheRealSlimShady… Cuando tenía 10 años escuchaba SpiceGirls, BackstreetBoys y todo eso lo complementaba con dosis rockeras de Guns´n Roses, Aerosmith y todo lo de los noventas que escuché en VeracruzEstéreo98.9MegaherzMedellín de la mano de VickyTrujillo, Chepas, Carlos Alberto y Donni Miranda.

A los 16 me radicalicé y dije NOMÁS a tanta basura que me rodeaba…Me quería volver alterna (como mi historia de los Converse), me pinté el pelo de rojo y pensé que por uno vestirse de negro, odiar al vallenato y a Nelly Furtado uno ya era todo un rockerito… pero no! Empecé a escuchar puro metal y en décimo ya en el colegio me decían satánica que porque escuchaba Metallica, Therion, Rhapsody, Stratovarius y Kraken. En el 2002 estaba tan cerrada en mi mundo que criticaba cualquier cosa que no fuera un subgénero del Rock... Conocí a U2, Counting Crows, Sui géneris, Fito, Calamaro y Charly….. y se la montaba a las monitas de mi salón porque no leían, no se culturizaban y escuchaban esa música basura!!!

Ya con 17 años empecé a ver las cosas de una manera distinta. Creo que me había cansado de estar tanto tiempo criticando y de pelea con el mundo musical de la época. De todas formas nunca llegué a escuchar PinkFloyd (ese lo conocí ya en la U) o a Frank Zappa y a sentir mucha pasión por su música. Me di cuenta que había canciones que eran buenas y empecé a dejar a un lado ese radicalismo tan pendejo… A fin de cuentas yo era por dentro una nena a la que le gustaba cualquier tipo de melodía que le generara algo adentro y le gustara… pare de contar.

Hace como 6 años le perdí el gusto al metal, que me volví una nena crossover que escucha desde un merengue hasta una canción de bossa (cuando los ánimos dejan)...


Filosofía barata y zapatos de goma... 


Estoy enamorada de mis tenis. Y el hecho de que sean Converse hace que está exclamación sea aún más rara porque hace algunos años no hubiera dado un peso por ellos. Me di cuenta hace un par de días, en la madrugada de un fin de semana lluvioso, cuando llegaba a mi casa, después de un par de cervezas y de aguantar lo que se puede llamar ElFríoMásHorribleQueHeSentidoEnTodaMiVidaAquiEnMedellín. Subía la loma de mi casa a pie y de pronto miro hacia abajo y observo mis zapatos...


No voy en tren...


Habernos ido en bus no justificó la pagada de los $1100 porque el trayecto fue realmente corto. El bus estaba lleno y odio cuando los buses se llenan porque yo no soy alta y no alcanzo el timbre. La señora del lado se estaba quedando dormida. Los olores concentrados empezaban a marearme. Cuando estuvo repleto, arrancó el bus y claro! Del otro lado, del izquierdo, había dos señores, uno de ellos dándome la nalga... y el señor como que se había comido todos los frijolitos en el almuerzo porque sus olores corporales empezaron a llegarme. No Sandra, bajémonos aqui por favor! Nos bajamos. "Nade mona, nade. Charco, charco!!!".


Lo que el viento nunca se llevó...


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