viernes, febrero 28, 2014

2014

Muchas cosas han pasado los últimos años, vivimos 3 años en la ciudad maravillosa, Rio de Janeiro, y luego fuimos traslados a Santiago, Chile, donde llevamos ya más de un año y medio.

Llegamos un invierno, obviamente yo ya no tenia ropa de clima frio y ese invierno me dió durísimo... sentía el frio en cada hueso, y eso que el invierno aquí no es tan duro como en otros lados. Adicional al clima, también hubo un cambio cultural, es que uno se mal acostumbra en Río, donde todo el mundo es tan amable y querido y te hacen sentir en casa a pesar de ser extranjero. Esa amabilidad de pueblo que una ciudad tan grande como Río aún conserva.

Santiago también trajo una nueva integrante para nuestra familia. La llegada de la bebe ha sido una cosa maravillosa, todas esas cosas que dicen que uno no entiende hasta que las vive, son ciertas, ser mamá es lo más divino del mundo y todas las cosas que uno pueda decir (o escribir en este caso) se quedan cortas para expresar lo que uno siente al ver a ese pequeñito.

Esta es una nueva etapa de mi vida, que disfruto cada segundo, ser mamá es maravilloso, aunque implica algunos sacrificios grandes, el más duro para mi ha sido el sueño, yo que estaba acostumbrada a dormir hasta 14 horas seguidas, ahora si me va bien, duermo 4 seguidas, pero sé que poco ella irá regulando su sueño y yo podré dormir mejor.